(1era parte, mitad)
VII. Perdida.
En la casa
de White, Emily, preparándose para hablar, decidida no soportaría estar todos
los días encerrada. Hace tres días había empezado su rumbo el gran (ahora)
famoso Aeropuerto “Fly Fast” y era la
moda de hoy en día, con la gran fama del vuelo rápido, cómodo y lujoso, con
comida de alta calidad a un precio que es ¡una ganga! Pero no se sabe si estos
son cuentitos de hadas, se dice que nadie comenta sobre el tema ¿Sospechoso?
¡Sí!
La joven se
impacienta por saber que hay de especial en esos vuelos de “primera” categoría,
sin rechistar se dirigió hacia el pelinegro.
– Wh- —.
– Pagas tú —
Sonrió. La chica se sorprendió, ¿Le habría leído la mente?
– ¿Eh? ¿Es
broma, cierto? —Dudó con muecas desconciertas puestas en su rostro
– Jajá,
claro que sí, es broma —Respondió con
una amplia sonrisa, posando su mano sobre la mesa al mismo tiempo observando el
suelo brillante.
— ¿Ahh?
¡¿Enserio?! —Luego rio contenta ante la respuesta del joven, sonrió feliz, esto
le dio satisfacción a White.
– Sí, Dreams
—Confirmó por fin.
El tiempo ha
pasado poco a poco, claro, Emily seguía con impaciencia y se dispuso a ir a
buscar su notebook, entró a ‘Messenger’
y envió mensaje;
“Aló Danny, ¿Todo bien por allí?
¿Ninguna novedad?” —Escribió rápido, en cuestión de centésimos llegó un mensaje
de Danny.
“Jajá, hola Emily, olvidé que
existías (^^ )—Continuó:—. No, no ha pasado nada, solo que Viktor se irá de
vacaciones, ¿Sorprendente, no? Dice que se irá con ‘Fly Fast’. ¡Ojalá yo podría
ir con él! Hace mucho que no salgo L”.
“¿Qué? ¡Yo también iré con esos
vuelos! ¡Qué coincidencia! :D”—siguió la conversación
“Oye, ¿Y White? “—.
“Ni puta idea”—Contestó de una manera
grosera.
“xddd emm… equis de de de de de de
de”—Luego dijo;—Rayos, tengo sueño L debo irme, bye, bye”
“Hasta pronto —Se despidió
angustiada”
Sin esperar,
realizó una llamada telefónica, esta tardó en ser contestada pero ‘alguien’
tomó el celular y…-:
– Hola, ¿Con
quién hablo? —Se escuchó al otro lado del…-
–Hola, soy
Emily, supongo que hablo con Christine, ¿Cierto? —Aunque no parecía muy
verdadero, ¡Se escuchaba voz de hombre!
—No, soy su
novio —Impactada dijo;
— Usted
dijo: “No soy su novio” ¡¿Verdad?! —No hubo respuestas ya que escucho que a lo
lejos dijo quien atendió: “Christine, te llama una loca”.
– ¿Hello?
¿Emily? Solo tú podrías ser la loca —.
– ¡De qué rayos hablas! ¡Claro que NO! —Perfectamente pronunció “no” en mayúsculas, esto no tardó en
llegar a los oídos de White, que entró a la habitación. La joven improvisó;
—¿Jajá…?— ¡No lo ha dicho como si fuese verdad! — ¿Ah, sí? ¡No me digas!
– ¿De qué hablas, Emily, qué te pasa? —Reflexionó un poco la
del otro lado… — ¡Ajá! ¡ya sé!
– Creo que debo cortar, Christy —Abrevió el nombre y luego
cortó la llamada.
— ¿Christine? —Preguntó
White enredado en la conversación.
— Sí, era Christine, estaba hablando con Christine,
¿Necesitas saber más? —Dijo cortante la rubia oji-azul.
—Náh —Respondió desinteresado y se giró —. Si quieres salir,
ordena un vuelo para mañana, o no podrás ir la fecha límite es pasado mañana, y
no sería muy recomendable ir justo el último día, ¿entiendes, Emily? —
– No soy estúpida —Contestó con enfado.
– Pues lo pareces —.
No decidió comenzar una discusión y mantuvo su tranquilidad. El día transcurrió
y ella hizo la nota al aeropuerto, mañana se irían y sería genial «o tal vez
no.»
La joven esperando un nuevo mañana, retiro su ropa y se
quedó en bragas y una remera holgada que le llegaba un poco más arriba de sus
rodillas coloradas, contempló su piel pálida y suspiró para luego retirarse sus
gafas y colocarlas en la pequeña mesa de vidrio que se encontraba al lado de la
cama, hoy dormiría en un colchón de una sola plaza con sabanas rojizas que lo
cubrían, un pequeño almohadón negro en una esquina. El cuarto era rectangular y
la puerta estaba a la derecha, yendo más al fondo, en la izquierda había una
ventana —no muy grande—
de
bordes negros que combinaban con las paredes blancas grisáceas, contra ella, la
cama, no muy grande, pero espaciosa. Cubrió su cuerpo con las sábanas y al cabo
de unos minutos largos concilió el sueño, dejándola “inconsciente”.
El sol ya entraba a duras penas por la ventana intentando
despertar a los otros dos dentro del cuarto, mala suerte, la ventana estaba muy
cerrada como para hacerlo. La joven, no tardó en despertar ya que el zumbido de
su celular estaba por debajo de la cama, no era de esperar que luego sonase una
música irritante que ella misma había configurado para que se asuste al momento
de escucharla. White no había despertado, seguía dispersado por toda la cama
mientras dormía de una manera algo… ¿Cómoda? Se supone que esa es la palabra.
La rubia bufó; —White levántate, son las diez de la mañana y
debemos salir a las doce, White, White… oye… estúpido… idiota… pervertido…
imbécil… maldito… despierta… —Sacudía la cabeza de él intentando que abra un
ojo o algo así…
Luego del
pequeño esfuerzo, se despertó; —¿A qué hora te dormiste, idiota? —Preguntó
fastidiada.
— No lo
recuerdo —Continuo:—, pero quiero seguir durmiendo —Le dio la espalda con
apatía y desdén, sin dirigir atención hacia ella.
Hastiada,
golpeó la nuca del pelinegro, con disgusto, él volteó a verla, agarrándola del
cabello despeinado que adornaba sus hombros, empujándola hacia él.
—
¿Q-qu-qué haces? —Dijo boquiabierta por la acción reciente. Sus mejillas
completamente rosadas resultaban atractivas a la vista del chico que sonreía
complacido — ¡¡S-suéltame!! —Gritó intentando liberarse de los brazos de su
compañero, pero esto causaba aún más dolor y los mechones de cabello que había
tomado eran demasiados.
— Shh… —Habló con su dedo índice derecho cerca de sus
labios, la chica, preocupada, tragó saliva pensando en alguna estrategia
efectiva para soltarse de él. Era un genio para ello, pero los nervios le
impedían procesar un pensamiento inteligente. En una posición comprometedora,
nerviosa, la joven con mucha fuerza golpeó el brazo del chico y se alejó, había
olvidado que estaba en ropa de dormir.
— Iré a cambiarme —Dijo fría, tomó su ropa y marcho al baño,
por lo cual paso por el comedor. Al llegar, se sentó sobre el inodoro cerrado,
recordando la escena con desprecio se vistió tranquila, no se puso algo muy
complicado, sino que unos vaqueros azules largos, una remera blanca sin mangas y unas
converse. Luego de esto hizo lo de cada
mañana en el baño. Se retiró de allí para preparar el desayuno de los dos residentes, no puso mucho esfuerzo en
la preparación, no contenía ganas de hacer algo para él, si fuese solo su
desayuno se ocuparía más. Para ella era una chocolatada con bastante azúcar, y
para él, era un pote bastante ancho con yogurt y cereales azucarados. Puso con
el cuchillo “Nutella” en un corte de pan lactal y la cubrió con otro, hizo lo
mismo para ella. Desde la cocina le aviso a White que ya estaba preparado el
desayuno y se lo dejo en la mesa. Sin sentarse en ningún lado, Emily bebió su
desayuno